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¿Qué es el cambio de aceite y filtros?
El cambio de aceite y el cambio de filtros son operaciones fundamentales dentro del mantenimiento programado de nuestro vehículo. Tal y como recomienda cada fabricante, periódicamente deberemos realizar un cambio del aceite del motor, así como un cambio de los filtros. Estos son: de aceite, de aire, de combustible y filtro de habitáculo.
Estas operaciones de mantenimiento son operaciones simples, económicas y rápidas de hacer. Por ello no deberíamos tener excusa alguna a la hora de llevar nuestro vehículo al taller, tampoco motivo para retrasar esta visita. Si nos importa la salud de nuestro coche es importante que sigamos las recomendaciones del fabricante, o de nuestro taller de confianza, y mantengamos al día el estado de estos consumibles.
Aceite motor
Mantener el aceite del motor siempre en buen estado es clave para prolongar la vida del propulsor. El aceite tiene el cometido de mejorar el rendimiento de todas las partes móviles que componen el motor; lubricando todas las uniones y propiciando un contacto suave y óptimo entre cada una de ellas.
En definitiva la misión del aceite es lubricar el motor creando una capa entre las piezas móviles que están en contacto para disminuir el desgaste que causa la fricción. Y, por consiguiente, reducir la temperatura de funcionamiento del motor (la fricción genera calor).
Un exceso de temperatura por falta de aceite puede acabar en lo que se conoce en nuestro argot como ‘gripado’. Básicamente, el pistón se suelda, literalmente, a la camisa que lo rodea. Esto supone decir adiós al motor, una avería muy, muy costosa.
No debemos ¡nunca! hacer funcionar nuestro coche con un nivel bajo de aceite, podría traer consecuencias catastróficas. Pero es igualmente perjudicial contar con aceite de más o un aceite en mal estado. El aceite del motor pierde sus propiedades con el tiempo, los kilómetros el uso… Y también se ensucia (esto último lo impide en mayor medida el filtro de aceite que a continuación trataremos).
Aceite Motor
El cambio de aceite es una operación sencilla, pero no obstante nosotros te recomendamos que visites a tu taller mecánico de confianza, puesto que aunque el cambio no es una operación compleja, hay que seguir ciertas indicaciones, como elevar el coche, y tomar ciertas precauciones… ¡Vamos, que se te puede complicar el proceso!
Lo que sí tienes que hacer en casa es medir el nivel de vez en cuando con la varilla. Es esencial controlar que el nivel de aceite esté siempre en el recomendado (ni menos ni más). Es posible que veas que el nivel baja, es normal. Y deberás rellenarlo. Es imposible que el motor mantenga el 100% del volumen del aceite, y más cuando el motor es más veterano; que tenderá a consumir más aceite. Más raro sería que el motor no consumiese absolutamente nada de aceite; podría estar entrando gasolina al deposito de aceite.
Eso sí, un consumo excesivo de aceite, es decir, que tengas que rellenar constantemente el deposito, también debería hacerte pasar por el taller.
Hay diversos tipos de aceite de motor, y lo ideal es seguir siempre las indicaciones del fabricante, tanto para seleccionar el tipo correcto como la marca recomendada.
Los aceites de motor más usados actualmente son los denominados ‘multigrado’ y se etiquetan con un código que indica el grado de viscosidad del aceite para temperaturas cálidas (verano) y frías (invierno). Estos códigos son los archiconocidos como 5W30, 10W40, 15W40… A la hora de rellenar un poco el deposito no supondría mucho problema mezclar aceites de distintas marcas, pero ¡nunca! deben ser mezclados diferentes grados de viscosidad.
Así como la comprobación del nivel hay que hacerla periódicamente, el cambio completo del aceite en el taller también. Pero, ¿cada cuántos kilómetros se cambia el aceite? Como siempre, la respuesta la tiene el fabricante, y variará según el uso del coche. El rango de kilómetros que se pueden recorrer sin cambiar el aceite va desde los 5.000 kilómetros a los 35.000. El manual de tu vehículo te dará la respuesta.
Igualmente es importante tener en cuenta el tiempo, ya que el aceite también pierde sus propiedades si el coche está mucho tiempo parado. El fabricante además nos indicará un rango de meses en los que se debería cambiar el aceite si no se ha llegado a los kilómetros por un bajo uso del coche.
Filtro de aceite
La sustitución del aceite no es suficiente, es igualmente importante acompañar dicha operación con el cambio del filtro correspondiente. Como ya hemos visto, el aceite es el encargado de lubricar las partes móviles de motor, reduciendo la fricción. Es clave, entonces, que el aceite que tiene este cometido esté siempre limpio y sin impurezas que mermen sus capacidades. Esto es tarea del filtro de aceite.
El filtro de aceite hace de colador para retener cualquier tipo de impureza o partícula no deseada. No es extraño que queden en el aceite residuos procedentes de la combustión o pequeños fragmentos por el desgaste que se ocasiona en las partes móviles del motor.
Hay diferentes tipos de filtros de aceite. Pero todos, en definitiva, están formados por una serie de materiales porosos que filtran el aceite y retienen los materiales sólidos. Hablamos de partículas muy, muy pequeñas, microscópicas.
Y como casi siempre, la pregunta del millón: ¿cuándo hay que cambiar el filtro de aceite? Como solemos recomendar, lo ideal es seguir las indicaciones del fabricante correspondiente. No obstante, la vida de un filtro de aceite ronda los 20.000 kilómetros. Así que, como hemos dicho, lo ideal es acompañar el cambio de aceite de un cambio de filtro. Sería un fiasco ensuciar el aceite nuevo con suciedad procedente del ciclo anterior, ¿verdad?
Filtro del aire
Ya que estamos con filtros, ¿qué tal si hablamos del resto de ellos? Veamos, pues, para qué sirve el filtro del aire.
Como se aprende en cualquier clase de mecánica básica de motores de combustión, para el funcionamiento de estos son necesarios tres protagonistas principales: el combustible, una chispa y aire.
Así pues, el motor necesita aire y la misión del filtro de aire es la de retener cualquier partícula que quiera colarse en el circuito de admisión del motor. Esto es importante puesto que una sustancia o partícula no deseada contaminará el proceso de combustión dentro de la cámara y dañará la camisa, el pistón…
Al igual que el filtro de aceite, el filtro del aire es un consumible económico y que deberemos cambiar cuando este esté deteriorado. Un filtro saturado o dañado no hará el trabajo que debe y estaremos perjudicando enormemente a nuestro motor.
A corto plazo notaremos, además, como el consumo de combustible se eleva ligeramente. Y en la ITV podríamos tener problemas debido a un aumento en el nivel de los gases contaminantes que emite el tubo de escape.
Filtro de combustible
Al filtro combustible también se le conoce como el filtro de gasoil, que lo incluyen los coches diésel, y filtro de gasolina para los coches con ese tipo de combustible.
Del mismo modo que el filtro de aire impide que cualquier impureza o suciedad entre al motor junto con el aire usado en la admisión, el filtro de combustible hace lo propio pero, como su propio nombre indica, con el combustible.
El filtro de combustible evita que cualquier partícula no deseada que pueda estar en el combustible acceda al sistema de inyección o al motor.
La forma en la que actúan los filtros de combustible varía en función de si el motor es gasolina o diésel. Pero el principio de funcionamiento es el mismo en cualquier caso: retener cualquier impureza. Que el filtro de combustible de gasolina sea diferente al filtro de combustible diésel no es más que por el funcionamiento dispar de los dos tipos de motor y de su admisión.
Nuestro coche avisará cuando el filtro de combustible esté obstruido o en mal estado. Notaremos ruido en el motor o dificultad al arrancar. Incluso que el motor llega a pararse debido a que llega poca gasolina (o la que llega está contaminada) al motor. Problemas en el rendimiento y un aumento del consumo serán también otros indicativos de necesitar un paso rápido por el taller.
Filtro de combustible Bosch
Filtro de habitáculo
El filtro de habitáculo, también conocido como filtro de polen o filtro antipolen, se sitúa en el sistema de ventilación del habitáculo y es el encargado de filtrar el aire que nos llega a través de los aireadores. Si los filtros descritos anteriormente proveían de una buena salud al motor de nuestro coche, este se centra en nosotros.
El aire que proviene del exterior está contaminado con toda clase de gases, partículas o agentes alérgenos (de ahí que también se llame filtro de polen). Este aire contaminado es muy perjudicial para nuestra salud y es misión del filtro del habitáculo el limpiarlo antes de acceder al interior del vehículo (y más tarde a nuestros pulmones).
Al igual que los otros filtros, este filtro también se obstruye y bloquea el correcto paso del aire limpio al habitáculo. La sustitución también es rápida, sencilla y barata. Y, por supuesto, más que recomendable; con la salud no se juega.
Es fácil darse cuenta de que el filtro requiere ser cambiado. Se debe notar que el flujo de ventilación es menor del habitual o que los aireadores que usamos para desempañar la luna delantera no son capaces de cumplir su función. Además suele entrar aire con mal olor al habitáculo.
De nuevo, no está estipulado cada cuánto cambiar el filtro de habitáculo. La vida útil depende mucho del uso; un uso en ciudad, obviamente, estropeará muchísimo más rápido el filtro de habitáculo.
Hay varios tipos de filtro de habitáculo, y dependiendo del tipo varía su precio, pero cambiar el filtro de habitáculo suele ser una operación bastante económica.
No obstante, podemos resolver cualquiera de tus dudas en Getauto. Así como preocuparnos por su sustitución en cualquier revisión.