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Neumáticos para coche
Los neumáticos son el componente que conecta a nuestro vehículo con el asfalto. Son los encargados de transmitir el movimiento y el agarre de las ruedas a la carretera. Con esta labor, queda claro que los neumáticos son un componente esencial de nuestro coche. Por lo que la elección de los correctos, y un mantenimiento adecuado, es importante.
Un neumático es algo simple, no tiene nada que con otros complejos sistemas del vehículo como la transmisión, los frenos o el motor. Es, básicamente una circunferencia de caucho reforzada con una estructura interior. Aún así es una pieza clave del puzzle.
El catálogo disponible de neumáticos es inmenso. Existen multitud de fabricantes, tipos, diferentes medidas, neumáticos para diferentes usos… Con diferentes dibujos y compuestos, e indicados para diferentes velocidades y factores de carga.
En las siguientes líneas te daremos las claves para saber cuáles son los que necesitas para tu vehículo, entenderlos, saber como cuidarlos…
¿Qué significan las medidas de los neumáticos?
Puede que te sepas las medidas de tus neumáticos, pero que no sepas qué indican cada uno de los números y/o letras del código que las forman. Puede que incluso ni te las sepas y tengas que recurrir a mirar el flanco del neumático para saber cuáles son. Porque, efectivamente, las medidas se encuentran en el flanco del neumático.
Este punto es muy importante, pues deberemos saber leer el código de nuestro neumático para cuando haya que sustituirlo. No siempre hay un código exacto para nuestro coche (o llanta), puede haber más de una posibilidad. Por eso, saber leer y entender el código nos ayudará a saber qué opciones podemos barajar para nuestro vehículo.
El primer número que aparece en el código tiene tres dígitos, y corresponde a la anchura del neumático. Podría ser, por ejemplo, 195 (mm). En segundo lugar, y separada con una barra, se indica la cifra de altura. Por ejemplo, 55.
A continuación, y con un espacio de separación, encontramos una letra que indica el tipo de estructura interna del neumático. Es raro que nos topemos con una letra diferente a la ‘R’, que corresponde a una estructura ‘radial’. Esta estructura es la que llevan la inmensa mayoría de neumáticos para turismos de la actualidad. Junto a esta ‘R’ encontraremos el número que corresponde al diámetro de la llanta, es decir, a las pulgadas. Podemos tomar como ejemplo un 16.
Por último, separado de este ‘R16’, tenemos el código para obtener el factor carga/velocidad. El número nos dará el código de carga del neumático; con él sabremos la carga máxima que puede soportar este. Estos valores están tabulados por lo que un 87, por ejemplo, no significa que el neumático sólo puede soportar una carga de 87 kilogramos, sino 545. Lo mismo ocurre con el índice de velocidad máxima, en este caso una letra. Esta letra nos dará la velocidad máxima que puede soportar el neumático. Así, los deportivos y coches de potencia elevada llevarán una letra más próxima al final de abecedario. Si tomamos como ejemplo la letra ‘V’, esta nos indica que la velocidad máxima para este neumático en cuestión es de 240 kms/h.
Tablas de índice de carga y velocidad en los neumáticos
El índice de carga en los neumáticos, es el código que indica la carga máxima que puede soportar el neumático. Estos índices aparecen en la ficha técnica del vehículo. Es muy importante no poner unos neumáticos con el índice de carga inferior al estipulado por el fabricante del coche.
El índice de velocidad en los neumáticos, es el código que indica la carga velocidad máxima que puede soportar el neumático. Estos índices de velocidad aparecen en la ficha técnica del vehículo.
Si te preguntas que si se puede montar un neumático con un índice de velocidad o de carga inferior, la respuesta es no. Es muy importante no poner unos neumáticos con el índice de velocidad inferior al estipulado por el fabricante del coche. Además si de poner en riesgo tu vida y la de los que van contigo, has de saber que tampoco podrás pasar la ITV porque es ilegal no respetar estos índices.
¿Qué presión deben llevar los neumáticos?
Es esencial que la presión de nuestros neumáticos sea siempre la correcta. Una presión inadecuada hará que el comportamiento del vehículo no sea el óptimo, los mismos neumáticos se desgasten de manera irregular e, incluso, que el consumo de combustible de nuestro coche aumente bastante si tenemos una presión baja.
Actualmente, la gran mayoría de coches incluyen de serie medidores de presión de los neumáticos. Otros modelos permiten instalarlo como un extra. Algunos son más sofisticados que otros; existen los que indican con un testigo en el cuadro que uno de los neumáticos (no se sabe cuál) tiene la presión por debajo de la recomendada, y otros que muestran a tiempo real la presión de cada uno de los cuatro neumáticos. La forma de apagar cualquier testigo o luz de presión de los neumáticos es efectuando el llenado y reseteando el sistema.
En cualquier caso, podemos comprobar qué presión llevan los neumáticos con el manómetro del dispositivo que vayamos a utilizar para el llenado de los neumáticos.
La presión ideal es siempre la que indica el fabricante del coche. Por regla general, se suele poner una pegatina con una tabla de presiones de llenado en el flanco, o marco, de la puerta del conductor o en la tapa del depósito de gasolina.
Las presiones vienen indicadas en una tabla de presiones de neumáticos para turismos, puesto que se tabula el número de pasajeros o carga. Ya que, según esto, la presión será una u otra. A veces, también, se incluyen diferentes valores de presión correspondientes a los diferentes tamaños de llanta y neumático que puede montar el coche.
Y ¡cuidado!, la presión de inflado recomendada en las cuatro ruedas no tiene porque ser la misma. Es habitual que las traseras lleven una presión y las delanteras otra.
Es muy recomendable que al menos una vez al mes revises las presiones de tus ruedas. Y, por supuesto, antes de un viaje largo. Lo ideal para mirar la presión de los neumáticos es hacerlo antes de que estos hayan cogido la temperatura óptima de rodaje. Así pues, cuando recorras unos diez kilómetros, realiza un test de presiones, con los neumáticos aún fríos.
Es importante remarcar que no sólo es peligroso un neumático con la presión de inflado por debajo de la recomendada. Un neumático que ha sido llenado con una presión superior a la que es indicada por el fabricante es igualmente peligroso. Si un neumático tiene mucho aire en su interior, su forma no es regular y los extremos de la banda de rodadura no apoyan en el asfalto. Esta ausencia de superficie de contacto hace que la adherencia disminuya y, por ende, aumente la distancia de frenado.
¿Cuántos kilómetros duran los neumáticos?
La vida útil de los neumáticos viene dada por diversos factores: tipo de compuesto, tipo de uso que se le da, condiciones climáticas, etc. Tampoco olvidemos de lo que ya hemos hablado: la presión correcta.
Sabiendo que todo esto puede afectar al número de kilómetros que puede realizar un neumático antes de tener que ser sustituido, por norma general, un neumático medio tiene una vida de, aproximadamente, 50.000 kilómetros.
Es importante atender a las condiciones de nuestras ruedas, pues, por ejemplo, el estado de los neumáticos influye en el frenado.
Lo más fácil y rápido para saber si un neumático debe ser cambiado es si la profundidad de su dibujo tiene una profundidad inferior a 1,6 milímetros. Por debajo de este valor, el neumático no tiene suficiente dibujo para proporcionar un agarre óptimo, evacuar agua de manera adecuada o aguantar altas velocidades.
Al igual que la presión puede afectar al desgaste de los neumáticos, es esencial que el alienado y paralelo de las ruedas también sea correcto para que no se produzca un desgaste irregular a lo largo de la superficie de los neumáticos.
Fecha de caducidad de los neumáticos
El cambio de ruedas vendrá dictado por el desgaste producido por los kilómetros y el uso. No obstante, también es importante controlar el estado físico de un neumático que ha hecho muy pocos kilómetros pero lleva mucho tiempo fabricado.
Los neumáticos no tienen fecha de caducidad, pero sí que se indica (también en el flanco) su fecha de fabricación. Esta fecha de fabricación del neumático aparece en lo que se conoce como código DOT, un código ideado por el Departamento de Transportes de Estados Unidos (de ahí las siglas). Este código muestra cuatro números, que en realidad son dos parejas de dos cifras. La primera pareja hace referencia a la semana del año en la que fue fabricado el neumático, por lo que para la segunda pareja de dígitos se reserva el año. De esta manera, un código como el 2217 nos estará indicando que el neumático fue fabricado en la semana veintidós del año 2017.
Este código no debería preocupar al consumidor, siempre y cuando no adquiera un neumático que lleva cerca de una década fabricado. Los talleres están obligados a conservar su stock de neumáticos de manera correcta para que estos no se deterioren.
Los fabricantes de neumáticos aconsejan que las cubiertas se revisen cada cinco o seis años para examinar posible deterioro y si es necesaria la sustitución. Así mismo, no recomiendan que un neumático con más de diez años siga siendo utilizado.
¿Cada cuánto se cambian los neumáticos?
Un coche de tracción delantera deberá ser llevado al taller para cambiar sus neumáticos cuando realice entre 40.000 y 60.000 kilómetros con ellos. O, como hemos visto, cuando estos tengan una edad superior a los diez años. Algunos usuarios llevan a cabo la práctica de alternar la pareja delantera con la trasera, cambiando estas de posición cada 20.000 kilómetros y propiciando así un desgaste regular de las cuatro ruedas.
Si buscamos neumáticos para hacer muchos kilómetros lo ideal es elegir un compuesto duro. Los neumáticos de compuesto duro son los que tienen más durabilidad y más resistencia al desgaste. Por contrapartida, sus cualidades dinámicas son menores que las de los neumáticos blandos, pero si lo que buscamos es devorar millas, el compuesto duro es la respuesta.
Debemos tener en cuenta que el calor influye en el desgaste de los neumáticos, vivir en zonas calurosas hará que nuestras ruedas se gasten antes.
¿Cómo saber qué neumáticos puedo poner a mi coche?
Llegados hasta aquí, ya conocemos lo necesario para saber qué neumáticos puede calzar nuestro vehículo. Tal y como hemos visto, lo principal es elegir las medidas de manera correcta. Siempre podemos decantarnos por el mismo modelo de rueda que traía el coche al salir de fabrica, que suele ser el recomendado por el fabricante del coche, aunque lógicamente podrás poner la marca que tu decidas y que se ajusten a las medidas y a nuestras necesidades, porque muchas veces esas recomendaciones están basadas en acuerdos comerciales entre el fabricante de coches y los diferentes fabricantes de neumáticos.
Prueba de ello, es que dos coches de la misma marca y modelo, puede salir uno con una marca de neumáticos de fábrica, y el otro coche con otra marca de neumáticos.
La meteorología del lugar donde vivimos también influye en la elección de neumáticos. De hecho, en algunos lugares es obligatorio montar neumáticos de invierno cuando esta estación empieza. Son neumáticos especiales para condiciones adversas propias de invierno, de zonas en las que suele nevar, por ejemplo. Estos neumáticos están pensados para el invierno, por lo que una vez este acaba hay que sustituirlos por otros: los de verano.
En zonas de temperaturas suaves se suelen montar neumáticos mixtos que son usables en cualquier estación del año.
Otro tipo de neumático es el cada vez más conocido ‘runflat’. Cada vez son más las marcas que prescinden de rueda de repuesto y montan en su gama neumáticos de tipo ‘runflat’, diseñados para poder circular durante varios kilómetros tras un pinchazo.
Así, los mejores neumáticos para nuestro coche serán los que más se adecuen a nuestras necesidades, tipo de conducción, lugar de residencia…
Te invitamos a que cuando toque cambio de neumáticos dediques un rato a seleccionar cuál puede ser el tipo de rueda más adecuado a tus circunstancias, y el mejor en cuanto a calidad precio.